Tras una larga tradición familiar de viticultores desde hacía 7 generaciones, un día, tras comprobar que la uva que estábamos vendiendo, que trabajábamos con tanto cariño para obtener algo completamente diferente a lo habitual, había conseguido una reputación en nuestro entorno que posicionaba nuestros viñedos como referentes en la zona. Esto sin duda fue debido a la gran apuesta por una gestión respetuosa del viñedo para obtener sólo lo que éste podía madurar en óptimas condiciones. También en gran parte por una situación privilegiada de nuestros viñedos en Finca Casalta.

Después de valorar esa situación, nos sentimos con el compromiso de dar el siguiente paso. ¿Por qué la mejor uva acababa en el anonimato de diluirse con otras partidas en los grandes depósitos de bodegas de gran tamaño?

A partir de ahí, decididamente nos planteamos a vinificar nuestros viñedos y a darles el protagonismo que merecían. Empezamos a elaborar en el garaje de casa pequeñas cantidades que resultaron ser desastrosas…Pero con el empeño que nos caracteriza, después de varios años de prueba-error y desarrollando estudios enológicos, con la incorporación de Pepe Rodríguez de Vera y con la ayuda de amigos y familiares, conseguimos sacar al mercado nuestra primera añada en el año 2010. Es ahi cuando surge Rodríguez de Vera con todas sus consecuencias, y a partir de ahí la historia continúa…